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A ti te digo que yo te esperé ver. Nos dijimos adiós, como quien se verá con el tiempo, pero el tiempo no existe, así como nuestro encuentro. En realidad, fuiste parte de mi mente e imaginación; De irrealidades constantes como parte de una simple imagen. Pero nunca fuiste verdad. Algo había en la humanidad en contra que al final te rendiste.
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Ahora, ¿Puedes dejarme en paz? En sí, tu presencia recae en mis pensamientos y me lamento consecutivamente. "¿Por qué lo hiciste?" pensé en aquel entonces. Poco tiempo después me dije, "Estabas destinada a caer por tu ignorancia e ingenuidad" y ahora pienso que el culpable fue quien todos quieren y pocos ignoran. Creo que el culpable se había pasado de listo.
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Un día me di cuenta de lo que en verdad pasó con tu vida y me dije: "No,... es inaudito." Pero la actualidad nos ha de definir como algo normal aquello que antes era sorprendente. Entonces, sentí impotencia al no llorar, porque tú fuiste alguien importante, a pesar del corto período de tiempo que pasamos juntos. Tú fuiste, al fin de cuentas, mi Hermano.
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Si ahora me pasara lo que el pasado presentó, lloraría amenazadoramente, y sin mentir, me culparía de cierta manera. Sin embargo, pienso que de ser el presente, yo lo hubiera impedido todo y tú no te encontrarías muerta. Amiga mía, te digo que tu vida dependía de ti misma y no de mi- comprendo ahora- pero la culpabilidad es conciderable: ¿Por qué al final tuve que saber la verdad de la Vida antes que tú? No sé, hermana, pero tu sacrificio, lamentablemente, fue doloroso.
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En cambio, a ti, Hermano, te digo que tu vida hubiese sido feliz sin los conflictos presentes en el Mundo. En todo caso, tú estuvieras vivo y yo más vivo que nunca.
A ambos les digo que su vida fue importante, pero, al parecer, su muerte fue más relevante aún, lamentablemente.
L.A. Pablos
A ambos les digo que su vida fue importante, pero, al parecer, su muerte fue más relevante aún, lamentablemente.
L.A. Pablos
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